Blogia
Como Huellas En El Mar

Amor

Reencuentro

Reencuentro

Estabas en el cuarto como todas las noches, con las ropas empapadas por la lluvia nocturna que venía cayendo hacía semanas. Las gotas recorrían el rostro angustiado por razones desconocidas para mí. La mirada que cansada asomaba en la oscuridad de la noche, hizo que reconociera enseguida la silueta que se asomaba. El amor que nunca creí que volvería, ahora estaba sentado cerca de mi cintura, tratando de despertarme. 

- Que lindo que me visites como todas las noches, ángel. - susurré.

Sin decir una sola palabra, se acercó a mi frente apoyando sus tibios labios, resonando como lo hacen las canciones favoritas predilectas. Como los pájaros diurnos cantando y cantando su contento. Así me sentí nuevamente en un hogar, cálido y lleno de vida... con el corazón danzando en alegría por ese roce tan ínfimo e importante. Lo más preciado era su respiración agitada y pecadora que ahora intentaba volver a la normalidad. La frialdad de las gotas que caían de su cabello se suspendían en el aire hacia mi cuello.. dándome escalofríos.. aunque no lograron opacar la sensación más placentera de mi vida, que era tenerlo cerca mío. Tan mío, tan distante, tan cercano. 

- ¡Qué suerte es que me veas cada noche sin falta. - comenté - tengo tantas cosas que contarte. 

Simplemente se recostó el cuerpo cansado en mi falda. Mirándome con cariño escuchando las anécdotas del día entero que había pasado. Sólo estaba allí, sonriendo por mis risas soñolientas que cada rato asomaban en mi rostro. Estaba nerviosa, más que otras oscuridades. No sabía que había cambiado, pero se sentía diferente. Estaba mas apegado que de costumbre; y lo disfrutaba al máximo. 

Su expresión cambió repentinamente. Sonríendo con amor, con sus ojos nítidos almendrados, iluminados por la luna que hacía demasiado tiempo no se asomaba por la ventana. Temía con pereza que se fuera, pero ahí estaba. Resignado en mis brazos... 

- No es para tanto - mientras lloraba de emoción - no tienes que quedarte si no quieres. Es real mi dolor, pero prefiero verte siempre así, sonríendo. 

- Siempre estoy para vos - recitó - esta vez es diferente ¿no lo sientes así? - me preguntó.

- No sé, siento que de verdad estás acá, mirándome de verdad, con tu verdadera calidez, con tu perfume.- dije con un tono de melancolía.

- Bésame - insistió.

- Tengo miedo de cerrar los ojos y que ya no estés. 

- Estoy de verdad aquí - aseguró - y para quedarme contigo.

 

No fue sino el tiempo que se detuvo instantáneamente, que mis brazos rodearon su cuello y lo trajeron hacia mi rostro, evocando en un beso apasionado, único, dandole todo de mí, dando mi último suspiro de alma... mi cuerpo entumecido por su roce, mi piel erizada por sus besos, mi vida entera arrollada en tan sólo un momento, para despertar en su pecho, para sonreír al mirar su hermosa expresión diurna.. sabiendo que no fue un sueño, que estaba realmente en mi habitación, en mi cama, en mi corazón. 

Despacio en tu carrera

Despacio en tu carrera

 

No sabes si eres quien eres en varias partes. Más la parte que te consuela o te taladra la cabeza. Pensando, confesándote lo difícil que puede ser abrir tu corazón. Como si las heridas sangraran mientras piensas en querer nuevamente. Como si tu cuerpo le pesara volar. El dolor fue el más intenso, cansador, donde te sentiste un perdedor porque quedaron cosas inconclusas. Agotado, derrotado, exhausto, distraído, frío. Todas esas sensaciones que te provocaron una decisión determinante. Que te ayudaron a ser fuerte. A controlar lo que antes no hubieses podido. Soportar soledades, soportar un ciclo rutinario que te termina gustando, porque es seguro. Porque nada lo puede cambiar, ni enterrar. Ni mucho menos, influír en tu vida. Y ayudarte a pensar que lo que es nunca es. Siempre se termina viendo lo único que no desearías en ese instante. Se convierte en tu peor pesadilla... en algo que no sabes manejar. En algo que ya no te importa. 

Estás sentado en la esquina por décima vez en el día. Sintiendo que el tiempo no es un amigo. Que sólo se ríe porque lo escuchas. Sentado relajado, sabes que ningún viento puede desarmarte. Tambaleante porque era ya la quinta quilmes fría... sin pecado ni sonrisa. Miraste hacia el cielo oscuro, donde los murmullos de tus amigos se disiparon en varios segundos. Allí, en ese instante.. cayeron las ganas. Las terribles ganas de un abrazo. Cuando tu soledad llegó a la otra esquina mirándote de reojo, tu ya estabas parado yendo en la dirección contraria. Es cuestión de tiempo.. pero hoy no es el momento, dijiste. 

Pasaron días, sin contar que no te dormías de casualidad. Llegaron tus curiosidades, pensaste ... como lo sueles hacer cuando sin distracción te sorprenden, un deseo. Fue más fuerte que vos. Fue algo que todavía no entiendes. Así estás.. en cuatro ejes. Esta vez ya no sabes si ir en dirección contraria o apurar el paso. Estás confundido pero no más que en razonables aspectos. Cosas que en no dejas pasar por alto, cosas que te llenan aunque no quieras. Una nueva ilusión. ¡Maldición!, te agarró en sequía. En total luna. Hasta que caes a una mirada dulce, e inocente. 

 

"No lo quiero. Esto no me agrada menos en mi condición". Aunque no entiendes que condición aún lo renombras, como si fuera un hacha que te acribilla las ganas de vivir. Como si las cosas que más deseas fueran sólo de material oxidable. Descartable. Como si un beso, fue un tipo de veneno que te lastima .. y sin más los catas para sentir esa ligereza perdida. 

Estás despierto. No corras, por si se alentó el mundo. 

No insistas, tal vez mientras menos lo pienses mejor te sale. 

Reprime ese lamento, o expúlsalo con firmeza. Que lo que te inhibe o atormenta, sea sólo un respiro.. un murmullo torpe. Y no desmerezco. Será que al final, que tienes por hablar, sea un camino incierto. Un anhelo más allá del entendimiento. Un simple pequeño y tierno amor, que ha sido dañado con el reloj. Que todo se ha dado y todo se ha pisoteado sin reglas ni restricción. Porque la paciencia, porque las obsesiones... por todas las sensaciones de no perder lo que uno ya necesita de por sí. Y no temas, y no confundas.. y no retraigas.. y si las palabras no bastan, se buen observador.. que también las palabras conllevan acción. 

 

Creo que mi ser acompaña tu sueño,

Y también un poco de compañía ante esos inciertos.

No cuestiono tu rutina, ni percibo tu sabiduría, escucho atentamente tus vida, y pienso que cada día por tí, lo haría, estar despacio, contigo, en la deriva. Juntos, sin medida.

Viento a favor

Viento a favor

Después de observar como se iba a través de la maldita puerta, mi corazón se detuvo y funcionaba igual que un motor viejo de los años 80'. La respiración se iría apagando sin motivo para seguir emergiendo con angustia. El frío era más intenso que de costumbre extrañando el calor de tus manos sobre mi cuerpo. Me quedé freezada en la cama esperando un repentino golpe, o una entrada triunfal diciendo que lo sentías. Que todo estaría bien. Al menos eso jugaba mi mente con el corte de enchufes que poseía. Mis manos duras como piedras agarraban lentamente y con una fuerza abismal la sábana hacia mis piernas. Recorría por mi cuerpo un intenso puntazo donde ni sabía si gritar, llorar, correr hacia sus brazos antes que desaparezcan como la niebla. Me quedaría acostada, pronunciando su nombre por última vez. 

Fue aclarando el panorama al pararme con los ojos lagrimeando, pequeñas dosis de sal, hacia la puerta con pasos atontados, miraba esa puerta. La toqué creyendo que aún podía seguir el calor de su palma allí. <<Ilusa, como si pudiera traspasar esa idea tan repentinamente>> Pero con frialdad decidí ver si realmente se había ido. Abrí con desdén, despacio, para que la realidad como cuchillos no me traspasara tan rápidamente. Sostuve el picaporte oxidado en bronce opaco, lo bajé suave cerrando mis ojos tan fuertes como me era posible. Cuando en un susto, él la estaba abriendo a la par. Mi energía se había discernido cuando lo ví. Mi mano derecha se aferró al pecho resintiendo la aceleración de mi corazón. Que tendría que decir ahora que sabía que estaba del otro lado de la puerta. Esperanzado a que corra a sus brazos. ¡Que tonta que fui! Como si no lo conociera del todo.. 

- Tardaste demasiado - suspiró con alegoría.

Lo miraba encantada con todo el poco maquillaje de mis ojos corridos por las tontas lágrimas de niña desesperada. Y mi atuendo de pijama no me beneficiaba como para tratar el intento de orgullo y arrojarlo al tacho de basura. Abrazarlo porque lo deseaba con fervor. 

- Pensé que te irías sin pretexto. - relajé la mandibula de tanto apretar los dientes y mi acto de mujer seguía pretendida - sé que pienso demasiado y actúo muy poco.

- Es verdad. - afirmó él. - Tu conciencia lo analiza todo. Debo admitir que me gusta.

- No entiendo por qué te gusta si todo lo que debería ser natural, lo pienso 50 veces más que una niña de 12 al comprarse una muñeca - con tono burlón no me quedaba otra que reirme de mi misma.

Me agarró con los dos brazos, apretándolos como nunca los había apretado, me sostuvo rodeándome con ellos los muslos, y me alzó hacia sí. No podría decir lo congestionada de emociones que me tenían recorriendo el cuerpo.. el calor que intensamente aplastaba mi boca al mordermelos sin cesar. Parecía que en la habitación en vez de 5°, habían 35°.. 

Sus besos eran fuego, ese fuego invocado directamente del Sol. Como si Dios hubiera expulsado varios rayos alrededor de la casa y se estaba prendiendo en llamas. Diciendo claro, que me importaba en lo más mínimo. Me tenía entre el placard y el borde de la puerta sostenida upa, con besos que podría resucitar a la misma afrodita con tal de ser protagonista del suceso. Me posaba la mano izquierda en los cabellos con fuerza tirándome hacia su rostro con desesperación, deseando que fuera totalmente fortuito cada roce. No podía evitar la falta de respiración, jadeaba porque no me entraba más una gota de aire por la garganta... ya que todo lo ocupaba él.

Estábamos en una carrera contra el tiempo a ver quién se arrojaba primero a la cama. Le quise decir que frenara porque necesitaba un momento de chicas, claro. ¡Qué oportuna! Todo era demasiado imprevisto, ya que en sueños sólo ocurría. Dios mío, sólo me quedaba dejarme llevar, que importa. 

Me bajó suavemente sin dejar de besarme tan dulce como el olor del almibar por la mañana. Me corría paso a paso por toda la habitación hasta encontrar la desacomodada cama que yacía a unos pocos centímetros de allí.. cuando lo miré al final después de estar en una película muda, me di cuenta que estaba ruborizado. De tal forma que el frío se había ido al diablo y nuestros cuerpos querían tener una charla privada. Aunque en su paseo nocturno, el quiso hablar unas palabras.

- Sabes que esto tiene que seguir - exigió.

- Desde que empezaste a besarme, lo había decidido. - con una sonrisa entre dientes - No pretendo alejarme nunca más de vos. 

- Es cierto, ¿aceptarías cualquier precio con tal de estar conmigo? - él recordó un momento clave hacia mí.

- Aceptaría hasta el fin del mundo con tal de ser tu compañera en ese instante. 

- Entonces no tengo más nada que decir. - refunfuñó pero al siguiente ademán sonrío hacia mí - todo lo que quiero está por delante de mí.

 

Explicar una caricia más suave, que recorría desde mi cabello, seguía y seguía por el oído, cuello, hacia mis pechos que más juventud no habían llegado a tener. Todo parecía más joven y más lento cuando sus manos controlaban mi cuerpo. Era como si el planeta dejara de girar por nosotros. Todo suspendido, todo tan insignificante. Sus besos suaves y tiernos ahora, luego de la conversación, pretendían acobijarme de amor. Seguía recorriéndome, hasta mi cintura frenando de repente ahí. Me miró fijo y comenzó a hacer el mismo sendero con los labios.. hasta dejarme completamente atontada e inerte. Me dejé llevar hasta que mi desnudez consignó la tarea. Nuestros cuerpos sólo hablaban un idioma, sentía que éramos uno. Sentía que ya todo estaba dicho en esa noche. 

Te tenía junto a mí, te tenía en una escala prohíbida. Donde sabíamos que las cosas no iban a ser sencillas. Pero vos al darme tan hermosa melodía, me permitían callar al menos al admirar tus ojos almendra que brillaban como la más alta estrella. No podía dejar de contemplar esa belleza concedida por mi amor. No había imposibles tan posibles. Esta vez creo que al tenerte posado sobre mi pecho, acariciándote con mis manos, tu pelo.. iba a ser el comienzo. Este era nuestro viento a favor. 

Comenzando por el fin

Comenzando por el fin

No hay razones para no reaccionar. Ni raciones de corazones para completar el mio. No hay lluvia que limpie mi alma, ni baños que refresquen mi memoria. No puedo dejar de sentirte, pero tampoco puedo dejar que te adueñes de mis suspiros, los últimos que reservé para nuestra luna de miel. Pensé que te quedarías conmigo, las vidas que fuesen necesarias. Fue incondicionamiento, amor.

Si llegué al cielo, fue por una vanidad. Si llegué a sentir el sol, fue porque me enseñaste cómo hacerlo. Si encuentro una mentira dentro de nuestra verdad, la elimino... pero quedará olvidada por mis sueños? Si te hallo lejos de mí, por quinta vez consecutiva, no será un bate exitoso. Si te ensayo para la obra más bonita, no sabes deletrear conciencia.

No hay coordinación cuando se quiere imperfección. No hay defecto más que el ciego.. quién quiera que se llame así. Si uno no quiere reír, será porque la mueca le resulta fastidioso.. y no quiere. No quiere.

Décima vez que ahuyentas a la muerte de mi corazón, de mi queridísimo corazón.Pero nunca fue necesario escaparme a tus brazos, cuando nadie lo entienda. Y qué mierda, si las razones no pueden explicarse, si de cerradura se entiende. No tengo tu llave a la felicidad, no la tuve, nunca la tendré. Qué querés de esta probabilidad, sino quieres, no me detengas. No hagas esas carcajadas que entallan un cuadro de miseria. La última, la última que no queda.. la sensación que provocas, no es desagradable..

Y si quieres, puedes tomar esta razón, y si se te antoja, puedes gritarme, total estaré en silencio. Y si quieres, puedes llorar, porque ya no encuentro motivo para regresar. Y si quieres, me puedes amar... seguiré aquí, sabes?

Y si quieres, puedes equivocarte, total.. en este universo de convertibles, conseguirás más que una sonrisa falsa. Y si quieres, si sólo quieres una compañía, aquí tienes, vida.

 

 

Mar

Erguida en Recuerdos

Erguida en Recuerdos

Relato un momento insuficiente, porque lo hacen así, de esa manera. El hecho de su manera de esforzarse, retoma una fuerza inolvidable, más bien no confortable. Pero sin embargo, estas lágrimas que corren por lo que fue, entonan el himno que fue concedido por los dos, Sí. Es un tributo a lo que fui, a lo que perdí, a lo que soy, y lo que ya tengo en mis manos.

El cielo delinea otro cielo, imposible de admirar con la velocidad en que los marca. Se ríe del amanecer, aunque escuchando el silencio se hace más inalterable. Ahora pensando en sus palabras, me detengo en las que algún día, allá lejos, me hicieron sentir indiferente. Pensando en todo lo que fui ignorante, de cierta manera, en cómo pude ser.

Preferentemente, encuentro un nuevo récord. Escucho los fantasmas que tan plácidamente me enternecen, me tocan. Sé que los zumbidos del viento llegan a no más de cien kilómetros, pero están. Los cabellos que tanto odio que desparramen, los enloquece. Mis manos están frías ya, este invierno es uno de esos que llegan a lo alto. Pero siempre en invierno.

El amor que tomo como ejemplo, querido suspiro, es una manera de prevalecer conciente. Tengo tanta fe, que podría llegar a conquistar el universo entero con sólo una hoja de papel. Tal es la influencia que abriría los siete mares. Pero está dudando, y eso me motiva a seguir demostrándole que el sentimiento único y puro-verdadero, está en mí. Que sólo mi corazón podría aguantar esa tempestad que desató un día de fin de mes.

Estoy, más que antes, estoy. Antes que mi presencia caducaba en una ignorancia explícita, y objetiva, ahora se inserta en sueños. En sueños que solamente él sabe reconocer. Debería, ¡Todo!. Estos pensamientos desatados por el canibal mundo de cuatro paredes que me ha tocado, imploran redención nuevamente. Círculo de maniobras, círculo vicioso, un maldito círculo que me está mareando, No quiero hacer psicoanálisis, pero en un cierto, muy sabio relato, encontré los motivos que sostienen mis pies.

Me tocó soplar tres veces el mismo cascabel. Tal vez estoy cansada de ello. Pero no evita que siga razonando. Si bien esto es un escape, logro conservarlo como un viaje, que algún día será muy importante para mí.

Pensando En Una Salida

Pensando En Una Salida

Miren, si es la confianza la base, entonces partamos desde lo que la mente conjuga. Porque hay pensamientos que tarde o temprano influyen en las decisiones iniciales, y si luego fallan, entonces las finales y definitivas. Si además del desafío paralelo que me ofrece la vida se adjunta con otros archivos del pasado, puedo decir que mi conciencia no está descansada. Por las mentiras y engaños que sueltan a la veracidad espontánea, aunque debo decir que me fascinaría jugarme por el cielo, porque él es un cielo.  Me encantaría pasar de esta soledad a una compañía grata como la es la de él. Porque sé que no voy a poder olvidar aquél infierno del cuál me enamoré... 

Pensé en millones de óbstaculos, en lo que se podría transformar, y en los que no. En lo que podría significar zarpar un barco lleno de difusiones y silencios. Tal vez sea demasiado complejo el transformar mi vida en independiente. Porque es difícil lograr no depender de ilusiones y del amor. Porque es sencillo, reconfortante, y también su contra que es la del consumirte. La eternidad no es simple, menos satisfactoria, porque además de llenarse de misterios y de obligaciones, te depara una mentalidad cineaste, ya que la debilidad de nosotros es el juego mental, porque realmente es la debilidad de todo ser humano, el de hacerle creer que esto es así, y no es más que una maqueta de fantasía.

¿Qué debería de hacerse? Balanciarme hacia tus brazos, y recobrar el aliento que después de ese ser, me ha quedado? No quiero pensar siempre en el amor, quiero pensar más en la vida, en lo que quiere para mí, en lo que en el libro imaginario de mis sueños está escrito.

¿Qué deseo para mí? Una complicación no quiero poseer en esta debilidad de insuficiencia que poseeo. Porque, como dije antes, la soledad no es una de mis amigas favoritas, ni tampoco la decepción. Quiero quedarme en un mundo.... en mi planeta, lleno de recuerdos graciosos, y de días llenos de vida. Quiero quedarme pensando en una salida.

 

 Prefiero sabotearte una vez más y olvidar el mísero pasado que me atormenta, que me llenes de vida y amor, para así, sentir el orgullo que me ata hacia tí.

ESPERANDO UN MILAGRO

ESPERANDO UN MILAGRO Hacia decían alguna vez mis manos al esperar el apocalispsis de tus labios.
Así me quedaba esperando,
Porque jamás volvería a mi guarida.

Deshaciendo, y haciendo,
encontré nuevamente un refugio en 8 partes,
en divisiones de favoritismo,
de ser pensante, aunque no vale ni patacones.

En esos años,
en estos años, una avalancha de pretensiones dominaron el terreno santo,
el terreno de lo inolvidable, donde nosotros, los enamorados posamos la mirada de a ratos, solemnemente... porque lo vale.
Ellos lo valen,
Ellas lo valen,
Para nosotros siempre valen.

La lágrima,
la reconciliación,
la perdición en su risa,
En la palabra.

Veo y analizo dos partes.
La parte de etapas de amor,
y la de etapas de olvido.

Porque si me pongo a escribir sobre ambos, me voy a perder en sus definiciones.
No ando en ninguno de ambos bandos.
Solamente soy un espectador sustantivo de los hechos.


Una Noche; La Ăšltima.

Una Noche; La Última.
Me siento triste madre hoy, en esta noche,
¿A caso estás aquí, alma en brote?
Me siento en compañía del miedo,
¿Qué harás al respecto?
 
¿Me oyes, a pesar del campanal, llorar? 
¿Me sientes desear y anhelar un abrazo colosal?
Tus brazos no dan a basto ya,
alguien más los posee..
Tan quedamos están.
 
Vientre calmo, ¿me sientes en tus manos?
¿O el viento se las ha llevado?
Tengo confusiones..
Tengo confesiones para hacerte, ¿te parece?
Quiero que veas mis lágrimas..
Corren.
¿Al menos las ves?
 
Te cuento, hada madrina, de que está hecho mi cuerpo.
De alegrías y melancolías
De cuentos inéptos
de cielos y desiertos..
De amor tan sincero
 
¡Ay, vecina lejana!
Están tan empecinada.
No me indagas porque tu ombligo se ensancha.
 
Tengo lo que ves.
Tengo lo que la neblina te alcanza a mostrar.
Como ángeles tocando,
Su risa alarmando,
la llegada de los alto pesares.
Como consonantes en el aire
como tu suspiro, cosechaste mi veneno.
 
Hay madre una historia decepcionante,
¡Cómo duele escucharte!
Peor, implorarte..
Sé que en tu craneidad no existe más que ironía.
¡Qué ironía la mía!
 
Estoy en duda, en mil penas
En ayunas.
Me siento un mortal encferrada en bares de cristal.
¿Entiendes esa metáfora?
 
Niña desolada, tal vez me quieras llamar.
Por tu enfermedad o por mi negligencia.
Pero ese que ves no te hace bien.
¿Me ayudarías a caminar por alfombras rojas?
 
Dulce ángel estúpido..
¿A caso no entiendes?
Tu mirada es un oráculo de oscuridad
No tienes vuelta en reversa.
 
Esta agonía que me ha plagado
me grata de entusiasmo
Y más aún ...
Es macabro.
 
Pero en esta noche quiero confesarte
que no existe orgullo para contigo.
En absoluto..
Ni desearte en mi vida.
 
En cambio,
Yo sigo.. nutrida de mis metas y espacios.
 
Quiero mi alma, que me mires.
¿Estoy triste?
 
No puedes responder
Te confundes con tu cien.
No estás,
Nunca estás..
Ahí vá mi último reproche.
Ahí va ella por el mundo..
Tan saboteada..
Y a mí, no me importará
Si el cielo es su altar,
O el infierno su retrete.
 
¿Qué abrirás?
¿Tu cabeza o tu jardín?
¡¡Qué difícil de elegir!!
 
Ahora eres libre de mí
Y yo de tí. 
 
 
Es dificultoso encontrarle una respuesta a todo. Y más abortar todo lo que sea problema ... y abandonarlo del otro lado de la realidad. Pero es así como estoy creciendo tanto por dentro como por fuera. Además de decir qué feo fue hacer a un lado lo que más importa en la vida, y seguir de largo con el tren.
Como ese dulce tren de la vida que hoy me toca abordar,
Estoy dispuesta a llegar lejos... para triunfar sólo por ver lo orgullosa que puedo estar. 
 
La quiero a mi madre,
Porque es mi madre.