Blogia
Como Huellas En El Mar

Erguida en Recuerdos

Erguida en Recuerdos

Relato un momento insuficiente, porque lo hacen así, de esa manera. El hecho de su manera de esforzarse, retoma una fuerza inolvidable, más bien no confortable. Pero sin embargo, estas lágrimas que corren por lo que fue, entonan el himno que fue concedido por los dos, Sí. Es un tributo a lo que fui, a lo que perdí, a lo que soy, y lo que ya tengo en mis manos.

El cielo delinea otro cielo, imposible de admirar con la velocidad en que los marca. Se ríe del amanecer, aunque escuchando el silencio se hace más inalterable. Ahora pensando en sus palabras, me detengo en las que algún día, allá lejos, me hicieron sentir indiferente. Pensando en todo lo que fui ignorante, de cierta manera, en cómo pude ser.

Preferentemente, encuentro un nuevo récord. Escucho los fantasmas que tan plácidamente me enternecen, me tocan. Sé que los zumbidos del viento llegan a no más de cien kilómetros, pero están. Los cabellos que tanto odio que desparramen, los enloquece. Mis manos están frías ya, este invierno es uno de esos que llegan a lo alto. Pero siempre en invierno.

El amor que tomo como ejemplo, querido suspiro, es una manera de prevalecer conciente. Tengo tanta fe, que podría llegar a conquistar el universo entero con sólo una hoja de papel. Tal es la influencia que abriría los siete mares. Pero está dudando, y eso me motiva a seguir demostrándole que el sentimiento único y puro-verdadero, está en mí. Que sólo mi corazón podría aguantar esa tempestad que desató un día de fin de mes.

Estoy, más que antes, estoy. Antes que mi presencia caducaba en una ignorancia explícita, y objetiva, ahora se inserta en sueños. En sueños que solamente él sabe reconocer. Debería, ¡Todo!. Estos pensamientos desatados por el canibal mundo de cuatro paredes que me ha tocado, imploran redención nuevamente. Círculo de maniobras, círculo vicioso, un maldito círculo que me está mareando, No quiero hacer psicoanálisis, pero en un cierto, muy sabio relato, encontré los motivos que sostienen mis pies.

Me tocó soplar tres veces el mismo cascabel. Tal vez estoy cansada de ello. Pero no evita que siga razonando. Si bien esto es un escape, logro conservarlo como un viaje, que algún día será muy importante para mí.

0 comentarios