Blogia
Como Huellas En El Mar

Sobreponiéndome ante el espejo

Sobreponiéndome ante el espejo

 - ¿Otra vez por estos lados,querida niña? ¿Qué acontece luego de tanta indiferencia para conmigo?

 - Cállate y escucha, reflejo sin incumbencia, en estos hastíos que has incorporado dentro mío, no hay reserva, ¿qué te has creído? Tus sobornos de lujuria me importan un bledo. ¡Imagen personificada de gráficas y curvas! No volveré a caer en tu juego. No volveré a mirarte jamás como esa imagen de fantasma, ese estereotipo de libertinaje. No sos yo.

 - Ja, ja, ja. Claro que lo soy. ¿No lo ves? Soy la imagen que más temes y más te conviertes...¿crees que soy algún tipo de juego, de mentira? Mírate... tienes tanto miedo.

 - Mirarte es más fácil que odiarte porque alimento tus ganas. No eres yo. Ya no lo eres. ¡No lo eres!

 - ¿Quieres que desaparezca como tu voz de consuelo?

 - ¿Qué consuelo, bestia empedernida? Si lo único que deseas es odio, deseo, no sé que más quieres de mí. Pero consuelo es lo último que me dás. ¡Aléjate de mí! Conciencia comprada.

 - No será tan fácil, maldita.

 - Aléjate, vete de mí, déjame pensar por mí. Vete reflejo pedorro. No te quiero, y menos a tus consejos egoístas.

 - Tranquila, tranquila...

 - ¡No!, vete.

 - ¡Soy todo lo que tienes!

 - No, yo soy todo lo que tienes tú. Vives a través de mí. Y hoy te esfumarás. Te enfrento y te aniquilo. Deja de hacerme llorar sin necesidad, de en los sueños, espinas clavar. ¡¡Vete!!

Y en algunos instantes más tarde, el espejo se quebró en millones de pedazos por el golpe que le dió mis manos, y sólo de mi rostro emanó una mueca de sonrisa.

0 comentarios