Al igual que siempre

Hay maneras de comprobarlo. Hay situaciones que inhalan recompensa, y su silencio que no es más que una ofensa. Su mirada era perdida. Se notaba que extrañaba algo más.  Se notaba que estaba reconociendo el dolor luego del adiós. Ahora sabe de lo que hablo, ahora sabe por qué duele tanto. Y si ríe, será por una veracidad corrompida. Y si llora, estará más cerca de la salida. Prefiero llamarlo, un lado de contemplación diferente a la mía. Entiendo por qué está así.. y entiendo cómo logra amar a cada detalle que le rodea. Pero mis fuerzas se acaban. No encuentro una idea originada por la inconsciencia, ni menos por la conciencia. Mi corazón es el destierro del suyo, aunque había pensado que se acabó. No voy a decir que no, pero tampoco voy a decir que sí.

Sigue todo igual, las mañanas son agrias. Las tardes si estoy con él, se vuelven dulces. Las noches, mis queridas y malditas noches, rozo constantemente mi sábana, buscando su aroma. Y lo encuentro, y está.. siempre estuvo dentro de mí. Y su pedestal está hecho añicos, pensando en esto en aquello, y no puedo llegar a calmar su laberinto sediento.

Aquí encuentro un silencio, que alguna vez otro bohemio abandonó. Encontré los recuerdos, el castillo que dejó por la mitad, y entendí. Te entiendo, lo viví. Te amo.

 

Mar