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Como Huellas En El Mar

Hostilidad

Hostilidad

Que hay que entender cuando un sueño es la chispa de tu conmoción. Está tan desorbitado que apuntas más bajo y no quiebras  a las reglas. No ganas silencios, callas furias, tomas la perpetuación como tabú, ríes por rutina, lloras con desenfreno, sufres para reconocimiento, entiendes lo que tienes, detestas lo que no puedes tener. Recuerdas colores burdos, y ensayas para asemejarte al asesor del arcoiris. Enciendes corazones sombríos, ensanchas egos lejanos, acaricias lijas de algodón, te gusta el té con sal, y la gaseosa con algún dulce. Gustas de un sábado a la noche con pies descalzos. Dices palabras de propaganda y sonrojas alguna que otra vanidad. Te alejas de lo que duele, te gusta lo que no lleva mucho tiempo. Amas la magia azul, pero no precisamente la usas a tu favor. Quiero aquél pueblerino de los suburbios, que confesaba a cualquier samaritano su profesión, que se ponga nervioso de sólo hablar del amor, y que luche por no resaltar sus dones.

La hostilidad deja de ser una bedet.

María.

1 comentario

hori -

Je, perdon se que este posteo no tendria que comentarlo, ni leerlo, pero aqui me paso, para que veas que sigo estando, sigo leyendo tus poemas, sigo siguiendote siempre
je